lunes, 30 de junio de 2008

Construcción social de la percepción. Medios de Comunicación y Poder.

La semana pasada viajé a la fría y acogedora ciudad de Talca. Volví a alojar en la hostal que conocí cuando estuve en febrero de este mismo año.

Cuando tomaba desayuno del día lunes 23 de junio, a las siete y media de la mañana, me abrigaba sentado al lado de la combustión lenta y veía, atentamente, las noticias de un canal nacional. Destacaban la mala calidad del aire de Santiago, junto con una demanda a la intendencia por sus problemas para tomar medidas preventivas.

Recordé que, en mi primera visita en febrero, mientras tomaba el mismo desayuno de café con leche (un enorme pan con queso y jamón), veía noticias sobre el transantiago y el descontento de los usuarios del transporte público.

Estas noticias tienen muchas cosas en común; hablan sobre problemas psicosociales de la capital de Chile, destacan la responsabilidad de las instituciones públicas, resaltan los efectos adversos sobre la salud, el empeoramiento de la calidad de vida de los habitantes, y ambas informan sobre lo que pasa en una ciudad ajena a Talca.

El dueño de la hospedería, Don Pablo, un señor de 60 años, ciego y un poco subido de peso, bebía un café y me comentaba lo terrible que es vivir en Santiago, asentí y sin embargo, también recordé los momentos maravillosos vividos en la capital, como la oferta teatral, los paseos a los zoológicos, las plazas públicas, la cantidad de seminarios, conciertos y panoramas bohemios, presentes en la atolondrada vida diaria.

Entablé una enriquecedora conversación con Don Pablo, y cité el librito famoso de Berger y Luckman, La Construcción Social de la Realidad y Realidades y Relaciones de Gergen, en el sentido de que los hechos no son objetivos, sino que hay una serie de institucionalidades y discursos que se encargan de construir realidades sociales. Es decir, la percepción que se tiene sobre el estilo de vida de la ciudad no es per se, sino que los medios de comunicación se encargan de construirlo.

Don Pablo me decía que vivir en Santiago es cada día peor, y eso no obedece a las características de la ciudad, sino que responde a los medios de comunicación. Las noticias sobre drogas, narcotráfico, los operativos de la policía, violencia juvenil, delincuencia, y psicópatas sueltos, son noticias principales de Santiago.

Le respondí que los medios de comunicación tienen el papel de entretener, informar y educar a la gente, sin embargo, desde una óptica psicosocial, controlan la percepción social y la opinión pública, con el fin de situar grupos de poder dominantes. Su metodología es el aumento de la percepción de riesgo sobre los problemas, con el fin de generar soluciones, y atribuirlas a ciertas instituciones defensoras del orden, como por ejemplo, partidos políticos o carabineros.

Finalmente, eran cerca de las ocho y media y tenía que salir a trabajar. Para no olvidar mi conversación con Don Pablo, escribí en una servilleta el siguiente esquema de manipulación de masas:

1.-Creación de problemas (mala calidad del aire);
2.- Atribución de culpables (instituciones gubernamentales)
3.- Solución (cambio de gobierno).

Cuando terminé de escribir, me levanté un poco apresurado, mientras escuchaba la conversación de un matrimonio joven oriundo de Chanco (una localidad rural de la VII región), sobre lo malo en que se ha convertido Santiago para vivir y su deseo de nunca estar allí.

domingo, 15 de junio de 2008

Televisión y Delincuencia

El siguiente artículo pretende dar una mirada crítica a la forma como la televisión en general presenta la información asociada a la Delincuencia. Si uno se coloca a “mirar las noticias”, pareciera que en los Tribunales de Justicia, las víctimas y testigos fueran amedrentados y amenazados en la mayoría de las audiencias públicas que se realizan tanto en los Tribunales de Garantía como en los Tribunales Orales. Asimismo hay canales de televisión que muestran ciertos programas o noticias relacionadas con crónica roja con una frecuencia preocupante, que para el televidente común y corriente, pareciera diera a entender, de que en este país vivimos rodeados de delincuentes o de hechos delictuales.
En mi trabajo diario, me toca preparar psicológicamente a muchos testigos y víctimas para enfrentar de manera adecuada la instancia de una Audiencia Pública (Juicio Oral) y me atrevería a señalar que en más del 90% de los casos, las personas me indican su reticencia de ir a declarar a tribunales por miedo a venganzas o represalias de los familiares o amigos del, o los imputados, observándose temor al plantear aquellas ideas. De ese 90% descrito, estimo un 02 o 03 % efectivamente ha vivido situaciones de amenaza u hostigamientos antes de un Juicio Oral, sin embargo de acuerdo al seguimiento que hemos realizado de aquellas personas que han participado en Audiencias Públicas, casi el 0% ha sufrido agresiones o amenazas posteriores a un Juicio Oral, por ende cabe preguntarse hasta que punto la televisión con su reiterada exposición a noticias y programas de carácter delictual, contribuye a generar una sensación de temor exagerado, que no se condice con lo que se observa posterior a un Juicio Oral (estoy hablando desde mi experiencia personal en cuanto a la región en la cual me desempeño, que no creo sea especialmente distinta a otras regiones del país).
Con los comentarios anteriores no quiero transmitir la idea de que en Chile no se cometen delitos, ni tampoco quiero atentar con lo que se define como “la libertad de expresión”, sin embargo, estimo que tenemos que ser cuidadosos a la hora de entregar la información y la cantidad de veces que la entregamos. Se podrá contra argumentar de que es necesario “mostrar la realidad tal cual es” y en este sentido me pregunto ¿la realidad de quién?.
En ocasiones los programas de televisión dan cobertura a un hecho delictual que lleva a generar percepciones o significados que más que colaborar para que la gente participe activamente de un proceso judicial de carácter criminal, tiende más bien a generar confusiones y temores, que desincentivan a la ciudadanía a participar, o bien, se muestran programas de televisión (incluidos teleseries u otros) en los cuales no se entrega una adecuada información acerca de lo que ocurre con el proceso penal de un caso. El problema que se suscitaría con lo anterior, es usuarios poco colaboradores con el proceso penal, lo cual es complicado, dado que para que un hecho delictual tenga un “buen término judicial”, se requiere de los testimonios de las personas que son víctimas o bien de las personas que participan como testigos. Como lo declaran en Inglaterra con respecto a su sistema procesal penal: “sin testigo no hay caso”.
Finalmente quisiera aclarar que sólo me estoy refiriendo a un aspecto que podría estar asociado a la idea de que después de un Juicio Oral “algo va a pasar” y esto lo sustento en afirmaciones tales como: “usted ve en la televisión como está la delincuencia”; “el otro día vi el programa “x” y mejor no me meto en problemas”. ¿No se le estará dando sin que sea el objetivo, demasiado poder a los delincuentes en los programas de televisión, situación que ellos palpan, al observar o percatarse del temor que la ciudadanía expresa y que se vería graficado en las encuestas sobre victimización.?

viernes, 6 de junio de 2008

Capoeira como Intervención Comunitaria.

El 2006 tuve la suerte de trabajar en Fresia, un pueblo pequeño ubicado en la X región de Los Lagos, por el programa Servicio País. La intervención promocionó la Salud Comunitaria.

Tuve la suerte de conocer a un grupo de alegres jóvenes (El Irra, Soto, Chiki, Pablo, Carlos, Botija, Esteban y Cachorro), quienes practicaban break dance y acrobacias. La mayoría estudia en el liceo y trabaja en faenas de construcción, salmoneras, forestales y supermercados.

Entablamos una amistad en torno al deporte y las acrobacias, aprovechando de enseñar la Capoeira, una danza brasilera, que surgió en el Siglo XVII, con el fin de que los esclavos se liberaran de los portugueses.

El grupo se llamó Gym Break del Tiempo y con el transcurso de año comenzamos a presentar nuestro arte en los pueblos. El grupo generó capital social e integración comunitaria, consolidando una identidad y reconocimiento por parte de la comunidad y las autoridades.

La Capoeira, como todo arte, puede ser usado para promocionar la Salud Comunitaria, Integración social y un medio de enseñanza y valores en grupos de todas las edades.

Actualmente son parte del grupo de Capoeira Sul Da Bahia y siguen practicando.

Les presento unos videos del grupo:



martes, 27 de mayo de 2008

La definición de Matrimonio de acuerdo al Código Civil (Comentarios, Preguntas y Reflexiones)

La idea de este artículo es referirnos a algunos elementos que definirían lo que es el matrimonio de acuerdo al código civil chileno y que nos parecen cuestionables desde nuestra mirada psicosocial.

Entre los elementos que aparecen descritos en la definición de matrimonio están:

a) es un contrato solemne
b) que celebra un hombre y una mujer
c) por el cual se unen actual e indisolublemente y por toda la vida.
d) Con el fin de vivir juntos, de procrear y auxiliarse mutuamente.

Con respecto al punto “a”, no nos referiremos, dado que consideramos que el matrimonio debería darse en un contexto de solemnidad, que nos parece razonable y entendible.

Los cuestionamientos comienzan desde la letra b, hacia delante, vamos por parte:

Nos queda más que claro, que en nuestra actual legislación, sólo pueden contraer matrimonios las personas heterosexuales, nos preguntamos ¿porqué?. Es importante aclarar que los autores de este artículo son heterosexuales y desde esa orientación sexual, vienen nuestros cuestionamientos.

Las interrogantes que nos surgen con respecto a la orientación sexual de los futuros “marido y mujer”, dicen relación con: ¿una pareja de homosexuales no tiene el derecho de casarse como cualquier pareja?; ¿cómo regula jurídicamente una pareja de homosexuales situaciones referidas a repartición de bienes en caso de una separación?; ¿se piensa acaso que los homosexuales no se pueden casar porque son enfermos o bien son un mal ejemplo para nuestros niños?. En esa misma línea ¿se cree que sólo legalizando las uniones homosexuales, muchos niños y jóvenes a través del aprendizaje vicario, se van a ver fuertemente atraídos por conocer una pareja del mismo sexo o bien se van desviar de su camino original?.

No es nuestra idea responder a cada uno de esas interrogantes, el objetivo es que nos planteen sus interrogantes y se pueda debatir en un marco de respeto y tolerancia.

Brevemente planteamos que las uniones homosexuales deberían legalizarse, dado que estimamos que los no heterosexuales son personas que tienen derecho de validar jurídica y socialmente su amor ante la sociedad. Se estima que son personas con emociones y sentimientos como cualquier heterosexual y que por ende viven las mismas problemáticas de pareja que cualquier mortal. Si se piensa que Chile debe transformarse en una nación desarrollada, no sólo debemos pensar en logros económicos, sino que en materias que nos permitan ser mirados por el resto del mundo como una sociedad pluralista en la cual conviven y comparten distintas visiones, grupos y personas que puedan ejercer los mismos derechos y ejecutar los mismos deberes.

Se estima que la definición de matrimonio debería contener:

- Que se celebra entre cónyuges, modificando las palabras “un hombre y una mujer”.

Con respecto a la letra “c”, que indica que una pareja se une actual e indisolublemente y por toda la vida, quisiéramos comentar lo siguiente:

Estimamos que desde los sueños e ideales de cualquier pareja que se casa, podría estar la idea de casarse para toda la vida, (los autores también tienen esos sueños o ideales) sin embargo plantearlo en una definición, no nos parece necesario. Estamos concientes que desde niños a través de cuentos e historias infantiles se nos ha dicho directa e indirectamente, que las parejas se casan para toda la vida y que viven felices para siempre, situación que estimamos, se va reforzando a través de la vida en las distintas actividades que vamos desarrollando. Adhiriéndonos a esos ideales, las cifras nos muestran una realidad, donde aquello no se cumple y más que eso, nuestra preocupación va en los efectos o consecuencias emocionales que eso conlleva en las personas que se les frustra la idea original de “estar contigo para toda la vida”. Estimamos que aquellas personas que lo visualizan como una verdad irrefutable o como un dogma, es probable que las consecuencias a nivel emocional sean más nocivas y con menores estrategias para afrontar adecuadamente una experiencia de separación. No se discute que la separación matrimonial puede implicar dolor o sufrimiento, sin embargo estimamos que hay diferencias de cómo se reacciona emocional y conductualmente, al visualizar de una manera particular la separación matrimonial. Hemos observado que aquellas personas que son capaces de conceptualizar la separación matrimonial como “una experiencia de vida o una experiencia de aprendizaje” son capaces de “vivir la pérdida de manera más sana y adecuada”, que aquellos que lo puntúan como “lo peor que me pudo haber pasado o se me truncaron para siempre todos mis sueños”. Detrás de esa afirmaciones están otras que van en la línea de: “ yo me casé para toda la vida, no entiendo porqué me pasó esto” “en mi familia nadie se había separado, porque yo”. Se estima que esos discursos conllevarían más dolor y sufrimiento y durante un tiempo hacen que las personas no se movilicen a ejecutar eficazmente recursos o estrategias de afrontamiento personal. En este sentido plantearlo directamente en una ceremonia civil u otra, sólo viene a reforzar lo que se nos ha dicho desde niños, sin embargo debido a las consecuencias que hemos descrito brevemente, no nos parece que deba ser explicitado. La separación matrimonial debería concebirse como una probabilidad en cualquier pareja y con esto no estamos introduciendo la idea de que uno se casa pensando en separarse. Cualquiera que se haya casado y separado, vivencia el matrimonio como una experiencia de vida que espera se consolide hasta “viejitos”, sin embargo diversas razones no permiten que eso se cumpla. En este sentido nuestra propuesta va en la línea de sacar de la definición la indisolubilidad del matrimonio, dado que estimamos que cualquier persona que se haya separado tiene todo el derecho a volver a creer de que “se puede casar para toda la vida”, pero entendiendo que la separación es una probabilidad que puede surgir en cualquier momento en la vida de los casados y que si ocurre, no significa ser peor persona o creer que mis hijos van a estar en desventaja, o tantas otras ideas que implicarían más sufrimiento y estancamiento.

Finalmente haremos nuestros reparos a los últimos elementos de la letra “d”.

“Vivir juntos”. Nuevamente es necesario aclarar que como sistema de vida para nosotros, compartimos la idea de “vivir juntos con la pareja”, sin embargo estimamos que actualmente pueden existir distintas o diversas formas de ser una pareja, que no implique necesariamente vivir juntos. ¿Si para algunas parejas, la convivencia diaria no les permite coordinarse adecuadamente como pareja, podría ser válido lograr una mejor coordinación, viviendo cado uno en diferentes hogares, pero manteniendo la idea de apoyarse, compartir gastos, fidelidad, etc?. Han salido reportajes en los medios de comunicación masiva que grafican como las parejas se las han arreglado para seguir siendo parejas, durmiendo en camas separadas o bien compartiendo o dividiendo espacios al interior del propio hogar. Por ende nos preguntamos ¿Porque no viviendo en hogares distintos?. Algunos se preguntarán ¿para que se casan entonces? y nosotros pensamos ¿cuál es la idea de casarse? ¿vivir juntos exclusivamente?. Creemos como psicólogos con una formación sistémica constructivista, que la idea de formar una pareja es tratar de mantener a través del tiempo, al sistema pareja que se formó y en este sentido si el “vivir separados” implica un mecanismo de autorregulación que les permite seguir siendo pareja y por ende ser identificados como tales por muchos años, ¿porqué no permitir ese particular sistema de vida?. En este sentido nuestra propuesta va en la línea de modificar: “con el fin de vivir juntos” por “con el fin de constituirse como pareja” o “con el fin de constituir una vida en pareja”

“Procrear”. Estimamos que este elemento es uno de los que genera más confusión y dolor en las parejas que deciden casarse. ¿ Sólo es válido casarse para tener hijos? ¿ Que ocurre con aquellas parejas que desean tener hijos y que por razones de infertilidad en la pareja no pueden tenerlos? ¿ Acaso para una pareja no es válido tomar la opción de no tener hijos y vivir sólo los dos?. La literatura científica describe en forma extensa, las consecuencias emocionales que sufren las parejas que no pueden tener hijos a causa de la infertilidad, llegando incluso en algunos casos a la separación conyugal, por ende para qué presionar a las parejas colocándoles como condición en el matrimonio, la idea de la procreación. ¿No debería ser sólo una opción de las parejas el tener hijos?.

Asimismo estimamos que las parejas al decidir casarse lo estarían haciendo con el objetivo de compartir una vida en pareja, que no necesariamente incluya la idea de transformarse en familia. Si posteriormente la pareja decide transformarse en familia, es una decisión que tomarán cuando les parezca necesario, sin sentirse presionados de hacerlo. Lamentablemente observamos que un número importante de parejas, asimilan inmediatamente la idea de casarse con la idea de tener hijos, lo cual en sí puede ser válido, el problema surge cuando se piensa que casarse y consolidarse como pareja es igual a tener hijos y ser padres y creer que no tenerlos, me hace ser peor que otras parejas. Esa confusión, estimamos genera más entrampes y dolores. Si se comenzara a plantear en la sociedad que el tener hijos es una opción, estimamos ayudaría a que las parejas lo visualizaran como una posibilidad y no como una exigencia que les podría incluso costar el matrimonio.

Por lo tanto nuestra propuesta implica eliminar la palabra procrear en la definición del matrimonio.
Ps. Claudio De La Fuente

viernes, 23 de mayo de 2008

¿Por Qué un Blog de Psicología Social?

La psicología ha encontrado un lugar como ciencia de la psique de las personas, lo que ha derivado en muchos usos tanto de forma individual como colectiva. En este artículo, analizaremos el objeto de estudio de la psicología desde una óptica psicosocial.

Con un gran angular podemos ver al objeto de estudio, que es la persona, de un modo histórico (en relación con su ciclo vital, su historia de vida, y su rol generacional) en interacción con otros individuos y en diversos ambientes, que le van otorgando una identidad. La persona unificada es quien mantiene su forma de entenderse a sí mismo y al mundo en todos los diversos mundos posibles en los que ocupa un rol.

La psicología social, implica una mirada psicosocial de las personas y de los hechos que lo van conformando. Amplía las fronteras analíticas del tradicional psicologismo[1], que consiste en atribuir responsabilidades a la persona, por sobre las influencias del período histórico y del contexto significante que lo circunda. Por ejemplo, desde el psicologismo, la Creatividad[2] se debe, exclusivamente a la persona, estereotipándola como genio y/o atribuyendo la brillantez de sus creaciones a sus rasgos o estructuras de personalidad, mientras que desde una óptica psicosocial, se toma en cuenta el período histórico en que se elaboró la creación, los factores que favorecieron su producción, y a las personas influyentes.

Consecuente con este análisis, Sigmund Freud es considerado genio por el psicologismo, que estudió y observó con admirable tenacidad las enfermedades y conflictos psíquicos de sus pacientes, lo que fructificó en la creación del psicoanálisis. Aunque desde una óptica psicosocial, Freud elaboró sus teorías en base al momento histórico en que existía, marcado por la fuerte represión sexual que se vivía en Viena a fin de siglo, sumado a las influencias que tuvo las lecturas (negadas por Sigmund) de Friedrich Nietzche, Dostoievski y a la tutoría de su maestro, el doctor Breuer.

La psicología social por lo tanto, enriquece el análisis psicológico, considerando la influencia de la sociedad en la persona, y resuelve la tautología de explicar la conducta explícita por medio de la conducta implícita (estructuras de personalidad), enriqueciendo la comprensión de la persona, sus éxitos, fracasos y conflictos en relación con su contexto histórico y social.

La mirada psicosocial permite ampliar los campos de acción profesional del psicólogo, por ejemplo, la psicología comunitaria, con énfasis en la comunidad, con planes de prevención por sobre el tratamiento y del desarrollo local por sobre el personal. Puesto que si la sociedad avanza se presentarán más oportunidades para las personas.

Muchas veces se cae en el error de desarrollar a la persona y a subestimar la influencia del ambiente, siendo que es ya comprobado que el ambiente social presenta cada vez mayores problemas y oportunidades psicosociales que tienen el poder de influir tanto negativa como positivamente en la población, como es la creciente cesantía, el riesgo de caer en pobreza, la sobrepoblación y contaminación de las grandes ciudades, el alza de precios en alimentación, y por otra parte, la globalización, los fondos concursables a proyectos y emprendimientos, acceso y becas a diversos estudios, visas de trabajo en el extranjero, por nombrar unos pocos. Por lo tanto, una mirada psicosocial implica un análisis crítico de la sociedad, que a nivel psicológico significa un hacer concientes la inconciencia social (las desigualdades e injusticias sociales), y por sobre esa base desarrollar la persona. Temas que fueron excelentemente tratados por la escuela de Frankfurt, siguiendo la predominante línea teórica trabajada por Karl Marx. En la actualidad, cobra mucha relevancia la Psicología Social de la Liberación, pregonada por el fallecido Ignacio Martín Baró, quien propuso un ineludible rol ético de la labor social de la psicología, porque estableció la defensa y apoyo a los grupos excluidos y marginados de la sociedad.

En un nivel teórico, la psicología social comprende una persona integrada y una síntesis de los aspectos relevantes de las escuelas psicológicas, puesto que tanto psicoanálisis, conductismo, humanismo, psicología sistémica y constructivista encuentran su lugar, bajo el paradigma del construccionismo social.

El análisis psicosocial implica una mirada compleja de los fenómenos sociales, puesto que cada hecho social es desmenuzado hasta el punto que se deja al desnudo, limpiando las influencias ideológicas, las racionalidades implicadas, los juegos de poder y la influencia de grupos sociales, reemplazando la hegemónica mirada positivista (que da por hecho concreto a la sociedad y sus productos). La mirada construccionista ve más allá de lo evidente y toma en cuenta los factores que aportan a la creación de los hechos y la manera en que es visto el fenómeno y al efecto pragmático que su definición, en el lenguaje, genera en la población. Desde este punto de vista, el lenguaje toma un papel central y se enfoca el análisis de los discursos sociales que ponen énfasis en ciertos aspectos y enceguecen otros. Por lo tanto, la psicología social es una psicología del discurso social.

Por ejemplo, las noticias que se presentan en los medios de comunicación, son en su mayoría problemas psicosociales en relación con el riesgo social. Tomemos el ejemplo de la Delincuencia, que se construye un culpable que es el joven vestido con tenida deportiva (el flaite) que genera un daño a otro, que es, generalmente, de mayor nivel social. La forma de definir la delincuencia genera un impacto dónde se discrimina a las personas que calzan dentro del estereotipo del delincuente y se victimiza a una clase social que vive en el riesgo de ser vulnerado en cualquier momento. Esta forma de definir la delincuencia, está hecha por la clase social dominante, quienes no toman en cuenta la complejidad del fenómeno, ya que las personas que delinquen, generalmente, provienen de ambientes con altísimos factores de riesgos (drogadicción, narcotráfico, violencia callejera, familias destruídas), escasos o nulos factores protectores, que regeneran una realidad social degradada para ellos.

Con una mirada construccionista de este fenómeno social, se comprende y contribuye a mejorar la situación de estas personas y no a enjuiciar a las personas que delinquen.

Este blog es una invitación a los interesados en profundizar sobre la psicología social y jurídica. Encontrarás artículos dónde se realizan fundamentos epistemológicos, desarrollo del construccionismo social, análisis ideológicos del contrato matrimonial, y otras sorpresas. Mucha suerte en este viaje virtual, dónde conocerás nuevos análisis teórico/prácticos de la ciencia psicológica.

Ps. Javier Bravo

[1] El psicologismo es considerado por las ciencias sociales vecinas (la sociología, antropología y el trabajo social), como una deformación profesional por parte de los psicólogos.
[2] Definimos la Creatividad como un fenómeno psicosocial, en el cual una persona genera productos originales que son útiles para un campo de conocimiento, y que son validados por un determinado ámbito de personas, quienes le otorgan valor. Este producto puede ser algo tangible como intangible, y puede corresponder a una solución a un determinado problema científico o relacional, así como a una creación artística.